E n su tienda de comestibles, en la ciudad de Logan, en el este de Austra lia, Maz Rizk acaba de recibir un pedi do para entregar a domicilio uno de sus sabrosos pollos asados. En otras partes del mundo, Maz entregaría el pedido a un reparti dor de Uber Eats, DoorDash o Just Eat para que lo llevara al c liente en coche o moto. Pero en Logan las cosas funcionan de manera un poco diferente. Desde su tienda de comestibles, Maz encarga las entregas diarias de sus pollos a la empresa de drones Wing. Empaquetado en una caja de cartón personalizada, el pollo es recogido por un dron enviado des de una zona de lanzamiento. Un empleado sujeta la caja a un gancho al final de una cuerda que baja del dron y observa cómo se eleva y se amarra contra los bajos del dron. A continuación, la aeronave no tripu lada se aleja rumbo a su destino. “A nuestros clientes les encanta el servicio de entrega con dron”, dice Maz, cuyo negocio, Friendly Grocer Crestmead, también utiliza Wing para entregar leche, huevos, pan y dulces. “El dron puede transpor tar hasta 1,5 kilos de carga. No sus tituye a una compra completa, pero permite a nuestros clientes ahorrar se un viaje a la tienda cuando tie nen poco tiempo o se han olvidado de algunos artículos”. Los consumidores que esperaban con ansia la implantación generali zada de los drones de reparto han alternado entre la euforia y el des ánimo desde que el concepto saltó a la palestra en 2013. Fue entonces cuando el minorista digital A mazon planteó el uso de drones para la entrega de pedidos, a través de un servicio conocido finalmente como Prime Air. Propugnado por una empresa tan potente, muchos pen saban que la era de los drones era inminente y que pronto habría dro nes transportando todo tipo de artí culos de consumo. Pero las expectativas no se han cumplido. Han pasado nueve años y Amazon todavía no ha conseguido 4 | 2.2022 T·TIME Arriba: Los drones serán cada vez más relevantes no solo en nuestra vida diaria sino también en si- tuaciones de emergencia. Izquierda: Un dron de Wing puede transportar hasta 1,5 kilogramos de carga. desplegar Prime Air a escala comer cial, a pesar de incontables horas de pruebas, promoción y presiones para conseguir las autorizaciones administrativas. Otros servicios de entrega con drones han irrumpido con un gran despliegue publicitario. Pero su existencia ha sido efímera. Sin embargo, la experiencia posi tiva de Wing en Logan ha animado a muchos entusiastas de los drones. Catherine Ball, futuróloga y pro fesora asociada de la Universidad Nacional de Australia (ANU), utili za el modelo del ‘ciclo de sobreex pectación de Gartner’ para explicar el progreso vacilante de los drones hasta la fecha. Desarrollado por la empresa de investigación estadou nidense Gartner, el modelo preten de trazar el camino que siguen las tecnologías nuevas e innovadoras a W W W.T R E L L E B O R G . C O M
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