Texto: Daniel Jatimliansky Fotos: Silvio Serber “Queremos construir una lógica de fabricación bajo condiciones de excelencia. Estamos proveyendo un producto de excelencia y nuestra gente tiene que ser la mejor, nuestros procesos tienen que ser los mejores y los equipos que utilizamos para producir tienen que ser los mejores”, apunta el presidente de la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” SA (FAdeA), Matías Savoca. La empresa de capitales estatales, localizada en la Ciudad de Córdoba, comenzó a producir piezas para el prototipo de lo que será el futuro avión de transporte de la compañía brasileña Embraer, denominado KC-390 (que competirá con el Hercules C-130). Como parte del plan de inversiones del proyecto, FAdeA incorporó dos grupos electrógenos (con sendos motores Scania) que funcionan en paralelo como back up ante eventuales cortes del suministro eléctrico. En 2011, la firma nacional rubricó un contrato con Embraer para proveer partes de un avión de transporte moderno que producirá la empresa del país vecino. A partir del convenio, FAdeA fabricará -en exclusividadseis secciones de la nave: un rack para equipamiento electrónico ubicado entre el puesto de conducción y la cabina, la puerta del tren de nariz, los spoilers, el cono de cola (que es la terminación trasera de la aeronave), el carenado de Flap y, como pieza más importante, la puerta de carga (de alrededor de 6 metros de alto). Para hacer esas partes se requiere, entre otros elementos, un producto denominado “material compuesto”, elaborado -como el nombre lo indica- a partir de varias materias primas. Algunas de ellas precisan ser almacenadas bajo temperaturas controladas, de hasta menos de 20 grados bajo cero, para mantener sus propiedades intactas hasta el ensamblaje. Para eso, la fábrica cuenta con freezers especiales que mantienen la temperatura constante, y que son controlados día y noche sin pausa. Los materiales que se almacenan son producidos mediante procesos de alta tecnología y cumplen diversas normas de calidad. Por ende, cualquier inconveniente pondría en peligro la producción y, desde ya, las entregas pautadas. Por eso, la incorporación de un sistema que garantice la provisión eléctrica en todo momento fue imprescindible. “Reasegurar el sistema de alimentación eléctrica para esos equipos y, de esa forma, asegurar la disponibilidad de la materia prima era fundamental para no tener una pérdida económica y para cumplir con los estándares de calidad que requiere proveer a una empresa como Embraer”, insiste Savoca. En ese sentido, asegura que “en todas las contrataciones se prioriza lo mismo: lo primero es que (los productos) cumplan técnicamente con nuestras necesidades, lo segundo es que se fabriquen en el país y (el proveedor) dé soporte logístico para la instalación y la manutención. Y si genera empleo en el país muchísimo mejor porque, además, somos una empresa pública. Y, obviamente, que el precio sea razonable y que sea una marca reconocida que nos asegure la calidad necesaria para este tipo de procesos, que son de excelencia”, manifiesta. Fue así como Scania se destacó en la licitación para motorizar los grupos y Powgen-Diesel SA hizo lo propio para el montaje. Fernando Balsamo, ceo de PowGen-diesel sa ¿Qué significó para Powgen el trabajo desarrollado para FAdeA? FAdeA fue orgullo de desarrollo y ciencia en los años 50 y 60. Hoy está reflotando y el espíritu que representa para la Argentina es muy importante. Tener el privilegio de poner los primeros generadores que se implementan como una garantía y seguridad del sistema, con todo lo que amparan, es un compromiso que está a la altura del trabajo hecho para tener el prestigio de poder, junto con Scania, participar de estas tareas que antes estaban reservadas a materiales extranjeros. ¿Cuáles fueron las principales dificultades a vencer en la instalación? La principal dificultad fue el desconocimiento de la aplicación electrónica de la generación de energía eléctrica en los sistemas de distribución porque (el cliente) nunca había tenido grupos electrógenos para esas funciones. Entonces, la incertidumbre de los técnicos aeronáuticos fue el principal obstáculo, que se venció con muchas referencias que brindaron un marco de seguridad y con la experiencia de parte de Scania y Powgen. Eso sostenido, además, por el respaldo que se brindó a través del concesionario local de Scania, Grandes Camiones, con una fuerte presencia y respuesta inmediata. De hecho, la participación y persistencia en el trabajo de campo de su personal fue fundamental. ¿Y qué conclusiones sacan hoy? El desafío está cumplido porque la primera máquina está funcionando, combinada en paralelo con la red de media tensión. Las pruebas salieron satisfactorias y por ende estamos por participar de la compulsa de precios para proveer más unidades. www.scania.com.ar 3/2014 • SCANIA KILÓMETRO 13
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